Impacto del metaverso en el comercio electrónico
El metaverso en el comercio electrónico está vivo, está avanzando, está creciendo y están aumentando las posibilidades de generar un mundo paralelo a la realidad tangible donde las empresas pueden y podrán conectar con las personas desde un lugar nunca explorado, así como generar beneficios también muy nuevos para todos. ¿Ciencia ficción? Hoy ya no es un cuento fantástico, aunque en sus orígenes sí lo fue.
En 1992, mucho antes de que existiera internet a nivel usuario y mucho antes de que pudiésemos siquiera imaginarlo, el escritor Neal Stephenson contaba en su novela de ciencia ficción Snow Crash, cómo sus personajes vivían en un realidad paralela a la que llamó metaverso y donde a través de avatares experimentaban aventuras interactivas como una alternativa a la realidad. La ficción cobró vida y hoy no solamente existe el metaverso, sino que está en vías a convertirse en un universo con posibilidades infinitas.
Meta (del griego “después”). Verso (“universo”). Se trata de un universo más allá de la realidad actual.
Cambio de paradigma
Y en el caso del metaverso en el comercio electrónico, lo que está ocurriendo es que se están generando plataformas que simulan ciudades virtuales donde los usuarios pueden hacer vida completa y entre otras cosas por supuesto comprar productos y servicios e interactuar con ellos. En el metaverso los usuarios asisten a eventos, socializan, comparten información y compran emulando la vida tradicional e incluyendo todos los nuevos recursos inmersivos de la realidad aumentada. Una experiencia diferente a lo que conocemos hasta ahora y sin precedentes.
De hecho, también representa un cambio de paradigma para el comercio en general, porque supone que las personas en el plano de la realidad comencemos a tener interés por comprar y tener bienes intangibles y digitales, y que encontremos un beneficio en ello. En el caso de las empresas y marcas, el nuevo paradigma supone ofrecer experiencias que generen placer a los usuarios como factor clave para que quieran interactuar y vivir situaciones que en la realidad tangible no sería posible. Como una segunda vida.
Se estima que 1.000 millones de usuarios estarán activamente en el metaverso para 2025.
Para aterrizar en un ejemplo real, observemos lo que es posible hoy con una plataforma como SpaceMall que forma parte de las iniciativas hechas made in España de la implementación del metaverso en el comercio electrónico, y donde es posible hoy tener lo siguiente:
Afiliarse a un plan de “alguiler gold” y tener un edificio propio personalizado en esta plataforma, con 1.000 NFT’s para invertirlos en la producción de estos espacios, con pasarela de pago incluida y personalizada, así como participar en eventos exclusivos, etc, invirtiendo 16 mil euros para dar el alta y 2.200 euros de alquiler mensual. Es decir, un acuerdo que en términos económicos se asemeja a lo que supondría tener un local con todos los hierros en un centro comercial, solo que en este caso se trata de una envergadura enorme, que se nos pierde de vista.
Otro ejemplo real es la plataforma Swoosh o “El hogar de los productos virtuales de Nike”, donde efectivamente la marca Nike tiene su imperio virtual y donde los usuarios pueden adquirir productos exclusivos para ser usados en formato metaverso, en videojuegos, eventos o cualquier otra integración que lo permita. En esta iniciativa de metaverso en el comercio electrónico, los usuarios además de comprar unas zapatillas virtuales, también pueden customizarlas con herramientas impresionantes.
Sí, integrar el metaverso en el comercio electrónico e invertir en formar parte de este universo obviamente puede representar enormes ventajas para los negocios, principalmente en estos 3 aspectos:
1- Abrir nuevos mercados y conquistar nuevos clientes en el metaverso.
2- Mejorar significativamente la experiencia de compra de los clientes habituales y de las marcas en general, dando un paso a la innovación.
3- Tener ingresos de un nuevo canal de ventas con enormes posibilidades.
Metaverso en el comercio electrónico: La integración
La propuesta que parece más sencilla cuando hablamos de conectar el metaverso en el comercio electrónico, es la de que las marcas y negocios produzcan y desarrollen su presencia en el metaverso y la integren a la plataforma web de comercio electrónico dándole opción a los usuarios de ir a una realidad virtual más inmersiva a través de un clic.
El metaverso en el comercio electrónico puede introducirse por ejemplo como un botón en el carrito de la compra, que invite al usuario a explorar ese mismo artículo en una plataforma de realidad virtual, y poder comprarlo no solamente para tenerlo en formato físico sino también tener la versión perfecta para lucir ese producto a través de su avatar en el metaverso.
En principio es una forma de generar mayor engagement e interacción con los usuarios, y de ir creando una forma nueva de consumir los productos. Para ello, se escanean en 3D los productos y se exhiben en una tienda de realidad aumentada en el metaverso, donde también es posible manipular los productos en tiempo real y maximizar así el alcance de los mismos. Con esta integración de lo físico y lo digital, hablaríamos más de productos phygitals.
Metaverso en el comercio electrónico: experiencia completa
Aunque tener una versión meta de la tienda online donde ofrecer los productos y servicios, sería solo el comienzo pues el alcance es mucho más grande. Las marcas que realmente deseen destacar serían aquellas que generen experiencias inolvidables en los usuarios. Como por ejemplo, contar con un avatar que represente a la marca, incluso con los rasgos físicos de sus creadores en la realidad, y convertirlo en la vendedora o el vendedor perfecto para cada tipo de cliente, gracias a la inteligencia artificial y al análisis de datos.
El metaverso en el comercio electrónico también permitiría experiencias donde además de esta atención personalizada e hiperrealista, los usuarios podrían ir probando productos en espacios virtuales que asemejen su realidad tangible y así tener una compra con mejores resultados, cambiando colores, materiales, formas, y teniendo una experiencia tan lúdica que a los usuarios se les olvide que están comprando y tengan más una sensación de estar jugando y participando de algo muy nuevo y único.
¿Un encuentro con un influencer o un concierto para conquistar clientes? También podría formar parte de las estrategias de marketing que pueden desarrollar las empresas y las marcas como parte de la integración del metaverso en el comercio electrónico.
Metaverso en el comercio electrónico: mejor producción
Muchas empresas están desarrollando el denominado metaverso industrial, y se refiere a explorar los usos del metaverso en la operativa y la producción, lo que significa que haciendo réplicas de la gestión operativa de una tienda online en el metaverso, o haciendo un gemelo digital de sus anaqueles y stocks puedan preverse situaciones en el futuro, a través de la inteligencia artificial y del análisis predictivo.
También es conocido el uso que está haciendo Amazon del metaverso, haciendo simulaciones de varios aspectos de la operativa de su plataforma en una “nube” con formato metaverso, y con estas experimentaciones mejorar el funcionamiento actual de sus almacenes y del equipo robótico que opera en sus instalaciones. Sin duda un avance enorme en el diseño de productos y servicios y en la simulación de una producción más eficiente y adaptada a los nuevos tiempos.
Metaverso en el comercio electrónico: usuarios felices
Las ventajas de integrar el metaverso en el comercio electrónico también son para los usuarios, pues que las marcas favoritas de las personas se traduzcan a estos nuevos formatos, les ofrece una manera de interactuar con sus productos mucho más rápida, intuitiva y lúdica, ya que no se trata sólo de recrear escenarios lo más parecidos a la realidad, sino de crear un nivel de estimulación con características propias.
Pensemos en un usuario que entra a una plataforma de metaverso en el comercio electrónico, con unas gafas de realidad aumentada como las Apple Vision Pro, por ejemplo, y que hace clic, abre espacios, toma un producto, le cambia el color, se lo prueba en un avatar, a través de simples movimientos oculares y con un sistema de sonido que le aísla parcialmente de la realidad tangible. Una experiencia que por razones obvias es bien diferente a la de estar en un probador de una tienda física, generando sistemas de recompensa y satisfacción a los clientes distintos.
Un nivel de interacción que podría ser incluso adictiva, si lo comparamos con el efecto mínimo que nos producen interfaces como las de los videojuegos. Además, se trata de una tecnología que seguirá desarrollándose hasta tal punto que los avatares por ejemplo, serán lo más realistas y parecidos al perfil que la persona quiera crearse, así como los objetos y situaciones generadas en esta realidad paralela. Y sí, aunque aún no existe totalmente este escenario todo apunta a que así será, y que está bien estar preparados para ello.
Se estima que para 2025 el tamaño del mercado del metaverso alcanzará los 215.000 millones de euros a nivel mundial
¿El avance del metaverso en el comercio electrónico continuará siendo gradual? Seguramente. Inteligencia artificial, robots, criptomonedas, blockchain, realidad 5G, metaverso… está ocurriendo todo a la vez, por lo que una manera eficiente de adaptarse a todos estos nuevos escenarios parece ser el ir sin prisa y sin calma, ya que es evidente que estamos desarrollando una realidad futura donde muchos queremos estar.