La cuesta de enero: 4 formas de remontar
La cuesta de enero, tradicionalmente vista como un desafío para las ventas, puede convertirse en una oportunidad estratégica para las tiendas y plataformas eCommerce si se aprovechan las necesidades que tienen los clientes comenzando el año para lograr una mayor conexión e interés hacia las marcas. Se trata no sólo de “sobrevivir” a esta temporada sino de lograr que se convierta en un momento igualmente productivo del año con resultados igualmente tangibles, que incluso afecten positivamente los meses siguientes.
¿Cómo vive tu negocio la cuesta de enero? ¿Implementáis estrategias concretas para afrontar esta época? Comencemos primero por comprender el momento y los factores a tomar en cuenta:
Lo que entendemos por la cuesta de enero
La cuesta de enero hace referencia metafóricamente a un momento del año en que las personas han de hacer un esfuerzo, “subir una cuesta”, para rendir su economía después de la cadena de gastos generados en los últimos meses desde Black Friday hasta Reyes. Hablamos de casi 3 meses donde los consumidores se entregan a las celebraciones y a las ofertas de estas temporadas, dando como consecuencia que en enero reduzcan considerablemente sus gastos para compensar y volver a la normalidad.
La cosa es que este ambiente de austeridad también afecta a los comercios y negocios que por razones obvias no pueden parar de vender ni esperar a que los clientes se recuperen, sino que tienen que hacer “malabares” para que la facturación y la rentabilidad no se vea tan afectada. En este sentido, hay muchas estrategias que pueden implementarse. Sigue leyendo para incluir las siguientes acciones en tu planificación de inicios de año:
La cuesta de enero: más fidelización que ventas
Sí, es una realidad. Hay menos probabilidad de que los clientes hagan compras significativas durante enero y febrero, no es una teoría es algo fáctico. Ahora bien, los clientes pueden no tener un impulso inmediato para comprar pero siguen teniendo interés por las marcas, sobre todo aquellas que también demuestren interés genuino por ellos más allá de las ventas. Aquí está la clave, que las marcas sigan acompañando a las personas y dándoles motivos de conexión, sin necesidad de venderles directamente y enero es un tiempo excelente para esto.
Pensemos en los clientes que ya están fidelizados y que acaban de comprar a sus marcas favoritas sus regalos durante la temporada alta, es decir, que acaban de hacer una conexión importante con estos negocios. Son clientes que estarán encantados de recibir noticias o seguir relacionándose con estas marcas. Por otro lado están los clientes nuevos, que igualmente acaban de hacer una primera apuesta por estos negocios que recién descubren, y estarían abiertos a conocerlos mejor.
Entonces una manera de aprovechar la cuesta de enero es crear y compartir contenido emocionante y atractivo de la forma más personalizada posible. Es un tiempo perfecto para enviar newsletters segmentadas con inteligencia artificial con mensajes adaptados para cada tipo de clientes. Por ejemplo, a un cliente que compró un producto en diciembre, se le pueden enviar consejos prácticos en formato vídeo para optimizar su uso o ideas creativas que lo complementen.
Agregar elementos más interactivos sobre cómo usar los productos de manera creativa o eficiente, no sólo genera valor sino que también ayuda a aliviar la sensación de austeridad de este tiempo, logrando que las marcas permanezcan en la mente del consumidor sin insistir en las ventas. Además, las promociones de esta temporada deberían ser las menos agresivas del año, y por el contrario apostar más por el marketing conversacional. Que un chatbot ofrezca tips útiles o incluso dinámicas de gamificación con premios simbólicos, como descuentos para el futuro o contenido exclusivo, sin duda tendrá un mejor impacto.
La cuesta de enero: proyectando el año
De alguna manera enero se entiende como un mes de reflexión y de proyección de nuevas metas, lo que ofrece una oportunidad para que las marcas se alineen con los sueños, deseos y aspiraciones de sus clientes. Durante este periodo, las personas suelen enfocarse en mejorar diferentes aspectos de su vida, como la salud, el ejercicio, la productividad o la organización personal. Las marcas pueden aprovechar este contexto ofreciendo contenido, experiencias, productos y servicios que ayuden a los clientes a alcanzar estos objetivos.
Por ejemplo, marcas deportivas como Nike lanzan campañas motivacionales que incluyen descuentos en productos relacionados con el entrenamiento el tener una rutina fitness, alineándose con los propósitos de los consumidores que buscan mejorar su salud desde inicios de año. Promocionar productos que tengan más que ver con el bienestar, la planificación o la productividad también puede ser atractivo, en vez de hacer lanzamientos más ambiciosos o que exijan a las personas otro tipo de propósitos.
Organizar experiencias inmersivas como eventos temáticos, talleres, directos en redes sociales o invitados especiales en podcasts sobre estos temas, podría ser de gran valor y ayudar a mejorar la percepción de las marcas. Por ejemplo, una tienda de papelería podría organizar un taller de planificación anual o de vision board, o una marca de alimentos saludables podría ofrecer talleres para desintoxicar y desinflamar el cuerpo después de las fiestas o también ofrecer recetas para una dieta equilibrada comenzando el año en su app.
La cuesta de enero: más feedback
La cuesta de enero, también es un momento perfecto para que las tiendas recopilen información valiosa de sus clientes justo después de las compras hechas en la temporada alta, donde aún tienen muy fresca la experiencia de compra y post venta, y pueden compartir feedback sobre los productos y la atención recibida. Un feedback actualizado que puede convertirse en una herramienta poderosa para identificar áreas de mejora y prepararse para futuros picos de demanda.
Es ideal invitar a los clientes, a través de contenido y llamadas a la acción, a hacer sus reseñas, valoraciones y opiniones de lo que compraron, como Amazon por ejemplo que envía correos automatizados pocos días después de la entrega de una compra, invitando siempre a los clientes a dejar una reseña en la página del producto. Estas reseñas no solo mejoran la visibilidad de los productos, sino que también generan confianza en futuros compradores.
Otra táctica es hacer directamente encuestas de satisfacción post-compra evaluando aspectos clave como la calidad del producto, la rapidez en la entrega, la usabilidad en plataformas y apps y la experiencia de compra en general. En la cuesta de enero también es ideal aplicar tests de nuevos servicios o ideas, ya que al tratarse de un momento de menor demanda, las marcas pueden hacer pruebas controladas para evaluar cambios en la experiencia del cliente o el lanzamiento de nuevos servicios.
La cuesta de enero: paga después
Y por razones obvias, la cuesta de enero podría ser una de las fechas más interesantes para ofrecer financiación como una herramienta clave para que los clientes puedan seguir comprando productos esenciales y necesarios, aliviando la carga económica que les supone este periodo. Ofrecer opciones de pago flexibles, como plazos sin intereses, permite a las personas comprar productos sin comprometer su liquidez inmediata. Esta estrategia no solo incrementa las posibilidades de venta, sino que también posiciona a la marca como accesible y empática con las necesidades de los clientes.
Por ejemplo, muchos eCommerce como Amazon o tiendas de tecnología como Apple, utilizan servicios de pago aplazado o mensualidades sin intereses para productos de alta demanda y tickets altos, como gadgets o electrodomésticos, como una manera de aumentar las posibilidades de estas ventas y de conversión. Estas campañas de financiación para la cuesta de enero también pueden ser adaptadas a los diferentes segmentos de clientes de acuerdo al historial del compra, generando por supuesto una conexión duradera y positiva entre las personas y las marcas incluso durante este periodo económicamente desafiante.
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¿Cómo llevas la cuesta de enero? ¡Que sea leve!