La revolución FinTech no es sólo una revolución tecnológica, es una revolución de valores
Artículo originalmente publicado por Finvox en Fintech Español
El término Fintech nació apenas hace unos años de la contracción de los términos ingleses finance y technology y define a aquellas empresas que componen un sector en el que las tecnologías juegan un papel clave para crear y ofrecer servicios financieros más eficaces y menos costosos que los conocidos hasta el momento.
Teniendo en cuenta esta descripción, no podemos negar que las empresas FinTech están revolucionando de forma imparable el concepto tradicional de las finanzas en nuestro país y, por supuesto, en el resto del mundo. Aunque no se trata de un sector consolidado, hoy en día casi 240 startups componen el ecosistema FinTech en España y las previsiones para este año apuntan a que seguirá creciendo.
La razón de este éxito imparable se debe a que los que trabajamos en este sector hemos logrado ocupar un terreno que estaba abandonado por los bancos: la tecnología. En términos generales, se puede decir que la banca tradicional no ha sentido la necesidad de experimentar con ella, de buscar nuevas fórmulas o de reinventar lo que ya existía. Esta actitud es lo que nos ha dado la oportunidad a todas las FinTech de desarrollar nuevos productos y servicios.
En nuestras manos ha recaído la responsabilidad de experimentar con fórmulas novedosas que den flexibilidad y mejoren las condiciones a los clientes, y parece que lo estamos consiguiendo. Estamos siendo capaces de revolucionar el sector ofreciendo a los clientes productos y servicios alternativos a los tradicionales. Servicios que van desde los nuevos métodos de pago, como la posibilidad de que los ecommerce ofrezcan financiación instantánea a sus clientes como es nuestro caso, al asesoramiento financiero o de inversiones. ¿El secreto? Para todas, todo empieza y termina en el cliente, en conocer sus necesidades y ofrecerles una solución.
Esta nueva forma de concebir el mundo ha supuesto una revolución financiera y tecnológica, pero también representa una revolución en los valores. Las prácticas habituales de los últimos años de los bancos han creado desconfianza en los clientes que ahora buscan productos financieros que sean transparentes y honestos con las condiciones y justos en el coste. Quienes formamos parte del ecosistema FinTech hemos cambiado la forma de hacer las cosas. Nos cuestionamos cómo se han hecho hasta el momento y las repensamos para hacerlas de una manera más óptima.
Experiencia de usuario, usabilidad, flexibilidad o rapidez del servicio son algunos de los pilares en que se basan nuestras propuestas y eso es lo que nos diferencia. Nuestro objetivo es que los productos y servicios que ofrecemos a nuestros clientes les permitan crecer y ser cada vez mejores y, por supuesto, ese es nuestro objetivo también en Aplazame.
Esta revolución tecnológica y de valores que estamos viviendo representa una oportunidad para las entidades financieras. En los próximos años, la evolución del sector llevará a un escenario en el que habrá una mayor colaboración entre los bancos y las empresas FinTech, como Aplazame, Devengo o tantas otras. La colaboración perfecta será aquella en la que cada uno potencie lo que mejor sabe hacer, las FinTech debemos de ser disruptivas en la parte Tech, mientras que los bancos deberán sacar el máximo partido a su expertise.