Metaverso o protometaverso. ¿Dónde nos encontramos?
¿El protometaverso es una antesala al metaverso? No es un trabalenguas, aunque causa un poco de enredo tanto meta, tanto verso, y tan poca aterrizada a la realidad tangible en la que aún vivimos a un nivel más cotidiano. Precisamente por ello, por ser un tema interesante a la par que tendencia, lo desglosamos a continuación por si también has arrugado el entrecejo leyendo el título de este contenido.
¿Por qué la palabra metaverso está de moda?
Porque se refiere a la promesa de un nuevo mundo, un espacio virtual donde nuestra vida se va a amplificar, los límites de la realidad física desaparecerán, y donde hay también una promesa a nivel tecnológico, económico y social sin precedentes. Ir más allá (meta) de nuestra concepción de nuestro universo (verso) como lo conocemos hasta ahora.
También se habla de que en el metaverso la vida sea más fácil, más práctica y con mayores posibilidades que en la realidad física que estamos, que se podrá hacer prácticamente cualquier cosa, pues se trata de su representación de forma digital.
Un lugar donde es posible tener recursos y elementos propios en formato de NFT (Non Fungible Tokens), y adquirirlos con criptomonedas, que sería el formato del dinero en el metaverso.
Desde una mirada más compleja, el metaverso tiene el potencial de ser un mundo:
Interoperable y descentralizado: No habría una plataforma o entidad única que lo gobierne todo, sino la propuesta es que sea como una red de plataformas descentralizadas. Un metaverso abierto, donde con el aporte de todos se crean las herramientas, las narrativas y los mundos virtuales donde interactuaremos.
De hecho, recientemente Meta anunció alianzas con empresas tradicionalmente rivales, como Google y Microsoft, para unir esfuerzos y construir este universo en conjunto.
Con sociabilidad ilimitada: Sería posible interactuar en tiempo real con prácticamente cualquier persona esté donde esté, y tenga las características que tenga. Además con sensaciones de conexión y presencia real.
Con una realidad mixta: La idea es que ambas realidades, la física y la virtual, puedan sincronizarse, que sean compatibles y sucedan al mismo tiempo. Podríamos ir andando por una calle física, y viendo elementos virtuales al mismo tiempo a través de unas gafas de realidad aumentada transparentes.
Entendiendo la realidad virtual como la tecnología que permite experimentar un mundo ficticio digital, y la realidad aumentada como la tecnología que permite incluir elementos de esa realidad virtual en nuestra cotidianidad física.
Omnipresente: En el metaverso podremos teletransportarnos a cualquier experiencia y lugar sin límite temporal, desde donde nos encontremos a través de dispositivos como el móvil, una tablet, unas gafas de realidad aumentada, un ordenador.
Si vamos a la fuente principal que es Mark Zuckerberg y el canal de youtube de Meta, encontramos que hay varios vídeos con distintas descripciones de las bondades del metaverso:
-Un universo virtual donde un cirujano perfecciona una operación practicándola muchas veces en un prototipo virtual exacto en el metaverso, antes de poner sus manos en el cuerpo físico real.
-Tener accesible el montar en un cohete espacial y explorar el universo, visitar un hecho histórico con recreaciones hiperrealistas, prever las mejores condiciones para mejores cosechas gracias a la realidad aumentada, así como simular conflictos urbanos y de tráfico virtualmente para generar soluciones.
Un ecosistema virtual con impacto real. Con una escalabilidad constante, así como un nivel de exigencia brutal.
La cosa es que…
El metaverso hoy no es exactamente esta promesa.
Muchos encuentran el metaverso como un lugar con juegos torpes, donde las figuras y su comportamiento no son muy creíbles, con incluso un punto infantil aún en ese diseño.
Todavía se están desarrollando las primeras etapas, por lo que aún no hay nada que pueda hacerse en el metaverso, que no sea más fácil de hacer que en el mundo real. Además, aún está bastante lejos de tener un uso generalizado, de hecho el propio Zuckerberg ha afirmado que se trata de un proyecto que podría tomar incluso generaciones en vivirse de forma total. Hoy ni siquiera es posible entenderlo a un nivel masivo.
“La mejor manera de entender el metaverso es experimentarlo uno mismo, pero es un poco difícil porque todavía no existe del todo”. Mark Zuckerberg.
De hecho a día de hoy y para 2025, se encamina a ser una red de plataformas de mundos virtuales utilizadas principalmente para:
1. Videojuegos (216 millones de usuarios)
2. Eventos en directo (95 millones de usuarios)
3. Vídeo-Entretenimiento (79 millones)
4. Ventas al por menor (31,5 millones)
Protometaverso: la antesala al metaverso
En este momento nos encontramos en una fase previa, donde muchas de las tecnologías que harán posible ese ecosistema fantástico se están comenzando a desarrollar. En el que muchas, muchísimas personas están ya interactuando en mundos 3D, así como generando contenidos, aplicaciones y soluciones tecnológicas. Allí entra el concepto de protometaverso, para referirse a las diferentes experiencias y plataformas que ya están permitiendo esta interacción.
Por eso se habla más de:
Eventos y espacios virtuales donde se producen inmersiones parecidas a las promesas del metaverso, pero que aún no cuentan con todas esas cualidades, especialmente en lo del espacio tiempo y acceso ilimitado.
Otra promesa que aún no ha sido realizable es la interoperabilidad, ya que esos universos 3D que están operativos siguen perteneciendo a grandes empresas como la misma Meta, con intereses económicos concretos y con el objetivo de sumar millones de usuarios y así generar también negocios millonarios. Los usuarios también pagan por entrar a sus universos, y el metaverso sigue siendo una red de espacios mercantiles cerrados a quienes puedan pagar por ellos.
Por otro lado, aún quedan por resolverse temas de estabilidad financiera, pues la criptoeconomía que sostiene las transacciones en estas plataformas, aún es débil y está en plena expansión.
Entonces, hablemos mejor de protometaversos. De experiencias, plataformas y espacios que sí están yendo más allá logrando momentos de verdadera interacción social, interoperabilidad y acceso masivo. Un protometaverso, sería por ejemplo el concierto realizado por Travis Scott para Epic Games dentro del juego Fornite, donde todos los participantes que fueron más de 12 millones de jugadores simultáneos y el cantante, asistieron en forma de avatares.
De hecho, las experiencias en Fornite son consideradas protometaversos bastante cercanos a la promesa original, ya que el acceso es enorme, las posibilidades de interacción entre jugadores permiten una sensación de inmersión verdaderamente hiperrealista y coherente y cuya narrativa se siente viva y evoluciona de forma constante.
Y si mencionamos plataformas, Roblox es uno de los ejemplos punteros.
Cuando accedes a su web se lee “regístrate y diviértete”, por lo que se trata principalmente de una plataforma de videojuegos dirigida a un público adolescente, que tiene como valor principal el que la mayoría de sus mundos virtuales son creados por los propios usuarios a través de herramientas intuitivas y en cierto modo sencillas para las personas.
Su éxito es bastante palpable, siendo sus 2 juegos más populares, Adopt Me! con más de más 29.6 billones de visitas y Brookhaven con 21.8 billones de visitas durante el mes de agosto de 2022.
Es un protometaverso que se retroalimenta, donde los mismos usuarios-creadores pueden incluso ganar dinero, ya que lo invertido por los usuarios en los juegos, sirven de “sueldo” comunitario y así la plataforma se mantiene en desarrollo constante. Escalable como la promesa del metaverso.
Como el caso de Jacob Girdler, un chico que comenzó a crear estructuras simples en Roblox en 2011 con 9 años y a día de hoy con 20 años ha creado más de 300 vídeojuegos, y gana entre 15 y 20 mil dólares al mes.
Otra plataforma destacada es Descentraland. En ella, además de jugar y asistir a un festival de música inmersivo, también es posible comprar una parcela y tener un espacio propio para montar un tienda, un museo o la réplica virtual de una ciudad, con moneda propia llamada MANA y gracias a la tecnología blockchain.
Su valor en bolsa alcanzó su punto máximo en noviembre de 2022, gracias a un repunte en el último trimestre del año, en el interés en los juegos NFT y en las posibilidades dentro de este protometaverso.
Protometaverso y su potencial
Así es que, lo llamemos metaverso o protometaverso es innegable que las experiencias, espacios y plataformas activas hoy, representan un potencial social enorme y con bastante seguridad se desarrollarán en el futuro. De hecho se estima que el valor del conjunto de protometaversos o metaverso ascendió a 491,41 millones de euros en 2021, y se prevé que podría quintuplicarse para 2030.
Por otro lado, las personas estamos generando de forma latente el hábito que en teoría nos permitirá estar en esta realidad mixta, si tomamos en cuenta que hoy invertimos bastante tiempo de nuestro día en realidades virtuales, que parecen ofrecer mayores posibilidades cada vez. Y que a pesar de las naturales resistencias a estas tecnologías, vamos cayendo lentamente en sus maravillas, ya que hoy ya es posible:
-Experimentar inmersiones a estas realidades virtuales con acceso gratuito.
-Lograr una interacción mixta entre entretenimiento y sociabilidad.
-Realizar transacciones financieras propias de estos mundos virtuales.
-Contribuir de forma activa como usuarios al desarrollo de estos espacios y a sus narrativas.
Ya veremos si logramos experimentar al 100% la promesa de ir más allá del límite temporal especial como lo conocemos hasta ahora, y lograr interactuar en un verdadero metaverso. Por lo pronto, los protometaversos compensan. Ya se verá.