Pago a plazos en educación: 4 razones para ofrecer educación accesible

por Alicia Pérez Estévez

El pago a plazos en educación se está convirtiendo en tendencia y en una estrategia más que conveniente tanto para empresas como para estudiantes y clientes, tomando dimensiones bastante importantes. Si antes parecía que estudiar sobre todo a nivel privado era prácticamente un lujo, hoy, gracias a estas alternativas de financiación, se abre un nuevo tiempo de educación más accesible para personas de diferentes contextos. Veamos un ejemplo más concreto. 

Lucía, es una joven de 30 años, que lleva meses buscando una alternativa para retomar sus estudios en enfermería sin que ello suponga una carga económica negativa ni para ella ni para su familia. Explorando distintas opciones online, encontró en la web del centro de formación Cesur, un Ciclo Formativo de Grado Superior que encaja con lo que quiere estudiar y también encuentra la posibilidad de pagar a plazos sus estudios a través de Aplazame cuyo servicio de financiación está integrado en este centro. 

Al investigar más, encuentra que no requiere papeleos ni avales, y haciendo una simulación online de su plan de financiación directamente, ve que puede fraccionar el pago total de su FP en hasta 36 mensualidades, lo cual le permitiría comenzar el ciclo sin tener que hacer un desembolso inicial elevado. Gracias a este incentivo, en poco tiempo, Lucía pudo solicitar información, valorarla, inscribirse, e iniciar así una nueva etapa académica con tranquilidad económica y total autonomía financiera.

¿Una solución magnífica? ¡Por supuesto! Vamos a desglosar 7 beneficios asociados a este ejemplo y a cualquier empresa del sector que apueste por el pago a plazos en educación: 

Pago a plazos en educación

1. Conectar con más personas

Integrar el pago a plazos en educación permite a las empresas del sector ampliar su mercado potencial, haciendo su oferta más accesible a estudiantes con diferentes situaciones económicas, ampliando su oferta a personas que, por diversas razones, no pueden afrontar un pago único de ticket alto y sí pueden afrontar varios pagos ajustados a sus posibilidades. 

Es decir, facilitar la inscripción de estudiantes que, de otro modo, no podrían permitirse el coste inicial sin la financiación, es un beneficio para todas las partes. Por ejemplo, una academia de formación profesional que ofrece cursos de 2.000€ puede ver aumentar la rentabilidad de su matrícula al permitir pagos mensuales de 200 euros, en vez de tener solo la opción de pago único al inicio. 

Esta flexibilidad hace que la educación sea más accesible y se alinea con las tendencias de consumo actuales, donde los usuarios prefieren distribuir sus gastos a lo largo del tiempo porque les da una sensación de seguridad en momentos de inflación, ingresos variables e inestabilidad general. Por ello, las marcas que aplican el pago a plazos en educación, se vuelven más atractivas y actualizadas

Pago a plazos en educación

2. Menos estrés, más retención

Otra de las grandes razones por las que el pago a plazos en educación es una estrategia magnífica, es porque de manera indirecta ayuda a aumentar la fidelización de esos estudiantes y la retención. Cuando los estudiantes pueden gestionar sus pagos, es menos probable que abandonen sus estudios porque entre otras cosas, se reduce el estrés económico. La financiación es una manera de que estas personas puedan enfocarse en lo importante que son los estudios. Una tranquilidad que ayuda a la continuidad. 

Pensemos en un instituto de educación en inteligencia artificial, cuyo ticket medio pueda estar rondando los 2500€, pues son estudios novedosos, donde se necesitan recursos tecnológicos y que a día de hoy es apostar a la innovación, pero que también representan un coste alto para el promedio de estudiantes en España por ejemplo. Con el pago a plazos en educación, es una manera eficaz de que los alumnos puedan hacer un compromiso y enfocarse en estos estudios tan vanguardistas y dinámicos, más allá del precio a pagar. 

En casos así tendrá total sentido que este tipo de escuelas permitan pagos mensuales, ya que será una manera de mantener a sus estudiantes inscritos durante toda la formación, y lograr una mayor estabilidad y previsibilidad para la institución.​ Esto además fortalece la conexión entre la escuela y sus alumnos, fomentando la lealtad y las experiencias positivas.​

Pago a plazos en educación

3. Menos riesgo, finanzas más sanas

El hecho de ponerlo fácil para los estudiantes a través del pago a plazos en educación también puede ayudar a reducir la morosidad o situaciones de impago, porque las personas podrán planificarse mejor para pagar sus estudios, y establecer un compromiso más sostenible en el tiempo. Cuando una escuela implementa un sistema de pagos automáticos mensuales puede mantener un flujo de ingresos constante, lo que mejora también la previsibilidad financiera y permite una mejor planificación.​

Se trata de un servicio que aporta indirectamente beneficios para la salud financiera de las instituciones y también de los alumnos que tienen más posibilidades para cumplir con sus pagos de forma segura y constante. Es decir, al no sentir tanta presión económica, es menos probable que dejen de pagar o abandonen el curso por motivos financieros.

Pago a plazos en educación

4. Más sostenibilidad institucional

Implementar el pago a plazos en educación es una herramienta estratégica para el crecimiento y la sostenibilidad de las empresas e instituciones educativas. En un entorno donde la demanda educativa es alta, pero el acceso financiero sigue siendo un obstáculo, ofrecer soluciones de financiación flexible se convierte en un factor de expansión empresarial. ¿De qué forma? Veamos otro ejemplo. 

Pensemos en una escuela de formación técnica que tiene una matrícula anual de 1.500€ y que simplemente por ofrecer pagos fraccionados mensuales de 125€ logre pasar de 100 a 150 alumnos. Esto representa un incremento enorme sin necesidad de reducir precios ni modificar la oferta académica. La modalidad de pago a plazos en educación, ayuda a las instituciones a proyectar líneas de negocio más estables a lo largo del año y facilita la toma de decisiones estratégicas como la ampliación de la oferta educativa, contar con más y mejores docentes o implementar tecnología. 

Por el contrario, ignorar esta opción puede estancar el crecimiento. Instituciones que no integran pago a plazos en educación, corren el riesgo de ser vistas como inaccesibles o elitistas, lo cual reduce las matrículas y limita las oportunidades de expansión. En un entorno donde la demanda educativa está marcada por la flexibilidad y la adaptación, ofrecer planes de financiación no es solo una ventaja, sino una necesidad para sostener un modelo educativo rentable y duradero.

Si es el caso de tu negocio, deseamos que así sea y que tus alumnos aprovechen al máximo este servicio. Y si aún no cuentas con ello, comienza con Aplazame.

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